lunes, 28 de enero de 2013
Capítulo 11
Holaa majosos!
Bueno como no tengo nada que deciros empiezo el capítulo.¡Espero que os guste!
Un escalofrío recorre mi cuerpo.
Unos gritos abrumadores y terriblemente fuertes hacen que me sobresalte.
Espero. No se oye nada. Espero. Tampoco.
Decido volverme a dormir.
<< Sería un sueño >>
Me acurruco sobre la almohada y tras unos minutos vuelven a sonar.
Vacilo un instante y decido finalmente, salir de la cama.
Estaba sola con Andrew, ya que su padre y Elizabeth habían tenido una cena de trabajo algo lejos de la ciudad y se habían quedado a hospedar en un motel.
Empiezo a palpar la pared, como tantas noches después de una lluvia de pesadillas. Tras unos breves minutos, encuentra la puerta. Sale.
Camino por el largo y oscuro pasillo, antes no me había fijado bien pero, ahora que tenía la oportunidad, se dio cuenta de que su casa era siniestramente grande. Y más a oscuras a saver a que horas de la mañana.
Sigo el trayecto, cada vez con pasos más cortantes y profundos.
Llego hasta la habitación de Andrew y inspiró de manera suave.
Llevaba días que la comentaba que tenía muchas pesadillas. Como ella justamente desde la...Da igual. La cosa es que nunca las recordaba. Solo recordaba una horrible angustia.
Vacila un largo instante y entra.
Le ve acurrucado sobre sí mismo, dando vueltas todo el rato y llevandose las manos a la cabeza mientras chilla.
Se acerca y ve como una lágrima recorre su cara al tiempo que dice algo.
<< Dejala ya >>
Grita, sollozando. Entonces vuelve a chillar esta vez de dolor y se lleva una mano a la tripa como si le hubieran pegado un buen puñetazo.
-Andrew, Andrew despierta.-Le digo mientras le agito levemente el hombro.
-Solo es un sueño despierta.-
Derrepente veo como abre lentamente los ojos, parpadéa unas cuántas veces seguidas y me mira.
-¿Que...que ha pasado?.-Dice costandole hablar.
-No lo se, Andrew. Estabas gritando muy alto, te escuché desde mi habitación.
-¿Tenías la puerta abierta?.-Pregunto mientras se levantaba y se sentaba sin fuerzas en la cama.
-No.Estaban las dos cerrad....-Le miro y voy corriendo a su lado.-¡Dios!.Andrew, ¡estás empapado!
-Ah, si.-Dice cómo si nada observándose.-Siempre me ocurre.-Me sonrie débilmente.
-¿Cómo qué siempre?.-
-Nada, olvidalo.-
-Bueno...-Digo no muy convencida.-Mira, te traigo un vaso de agua te lo bebes, te duchas y te intentas volver a dormir.¿Vale?.
-Mmmm....-.Le miro como para convencerle y al final cede.
Enciendo la luz, por si acaso.
Bajo lo más deprisa que puedoby subo rápidamente con un vaso de agua casi lleno.
Al entrar le veo en boxer y me sonrojo, apartando la vista hacia mi derecha.
-Toma, me voy.- Le digo aún mirando hacia otro lado.
-No te vayas porfavor, esperame aquí, tardo cinco minutos.-
-Andrew, tengo sueñ...-.
-Por favor. Por favor. Por favor. Por favor. Por favor.-Me corta.
-Esta bien.- Cedo al fin.-Pero venga metete ya.-
Oigo como se ríe y se mete a la ducha.
Me siento en su cama, y recuerdo que en el otro lado hay un reloj.
Me levanto hacia el lado del reloj y miro la hora.
Las 4:48.
<< Menudas horas >>
Me voy hacia el lado de enfrente del baño y para cuando me voy a sentar él ya esta fuera. Totalmente vestido. A excepción de su perfecto peso.
<< Dios santo >>
Eso es lo único que pienso al verle, ya que por un instante el.cerebro se me ha bloqueado.
Tiene un vientre perfecto. Decorado por un pelín de nada de tableta, lo justo para que se ta caiga la baba.
Me observa y carraspea. Acto seguido se ríe. Se ríe de mí.
-¿Bueno qué, vas a seguir observándome o te acompaño a tu habitación?-
Reímos y me acompaña.
Esa noche soñé con él.
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